Gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, describió hoy como "muy productiva", su viaje de cinco días a Cuba y, aunque no se reunió con Fidel Castro, dijo que recibió un mensaje "positivo" el convaleciente líder cubano anterior.
Richardson, de los líderes más importantes de EE.UU. anunció que el presidente demócrata Barack Obama tendrá una serie de recomendaciones para mejorar las relaciones entre ambos países, pero admitió que la normalización bilateral "llevará tiempo".
En una conferencia de prensa, dijo que este es "un proceso complejo" que debe comenzar con "gestos recíprocos y una mayor flexibilidad del gobierno de Cuba, que propone iniciar contactos con los cubano-americanos que viven en los EE.UU., que estaría dispuesto a contribuir" .
En su opinión, "un diálogo informal" entre los exiliados, especialmente los que tienen "importancia política muy fuerte, y el gobierno de Cuba," mejoraría las relaciones entre los dos grupos ", y también la relación bilateral.
"Soy muy optimista y feliz, pero primero tienes que poner en práctica el intercambio humanitario para abrir el inicio de un diálogo" entre los dos gobiernos, dijo Richardson, quien se negó haberse convertido en un representante de Obama e insistió en que su visita fue de un carácter comercial.
Consideró que antes de tratar temas complejos como el económico, Guantánamo y los presos políticos, entre otros, La Habana y Washington debería ver la forma de garantizar el intercambio mutuo de académicos, científicos, deportistas, artistas y estudiantes.
Preguntado sobre si había discutido la cuestión de la liberación de los presos políticos cubanos en la isla y los isleños de los funcionarios encarcelados en los EE.UU., reconoció que abordar esta cuestión, pero "nos centramos más" sobre los viajes cuestiones comerciales.
En enero de 1996, como congresista de Nuevo México, Richardson se reunió con Castro durante seis horas y logró la liberación de tres disidentes encarcelados.
El gobernador instó a Cuba a tener una mayor "flexibilidad para llevar a cabo acciones recíprocas" y dijo que Estados Unidos debe dejar de aplicar las medidas de cese de las restricciones de viaje para los cubano-americanos a la isla y ampliar los viajes de estadounidenses.
En sus contactos con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, Dagoberto Rodríguez y el Viceministro de Relaciones Exteriores abordó estas cuestiones y la necesidad de detener las restricciones a los movimientos de los diplomáticos acreditados ante los respectivos países. "No se puede cambiar en un año 50 años de la disputa bilateral, pero tenemos que hacerlo", dijo, al comentar que existe "un mejor ambiente y la voluntad de mejorar", que mostró en sus dos reuniones con Alarcón y otros funcionarios de los isleños.
El ex senador de EE.UU. defendió la realización del concierto de Juanes el artista en La Habana el 20 de septiembre y dijo que era "una expresión positiva que mejorará las relaciones entre Estados Unidos y Cuba" y no debe tratarse como un evento político. Reconoció que antes de viajar a La Habana, tenía contactos con los amigos cubanos que llamó a los estadounidenses "que están en la política".
"Fue un evento organizado, pero un desayuno de charlar con los amigos. Tengo muchos amigos estadounidenses de origen cubano en Florida, Nueva Jersey y que veo cuando voy a Miami", dijo.
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Publicado el Milenio.com
http://www.milenio.com/node/275443 Por jmecheverry
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